La noticia de la desaparición del multimillonario fundador del banco de inversión chino China Renaissance, Bao Fan, ha despertado muchas preguntas sobre este empresario asiático,arquitecto de las principales fusiones de compañías tecnológicas en su país.
Bao, un emprendedor de 52 años que a finales de los 80 fue estudiante en la Universidad de Fudan, apareció en el mapa del gigante asiático cuando las empresas tecnológicas del país empezaron a crecer a un ritmo vertiginoso.
En 2005, tras trabajar en la década de los años 90 en Credit Suisse y Morgan Stanley durante el auge de Internet, fundó China Renaissance para apoyar a los empresarios tecnológicos en China.
La institución, creada como una firma de asesoría financiera, varió su rumbo pare centrarse hoy en día en banca de inversión, además de gestión de inversiones y patrimonio.
Desde sus inicios, Bao y su firma protagonizaron más de una docena de acuerdos de alto perfil, entre los que se incluyen las fusiones de las plataformas de transporte compartido Didi -conocida como el Uber chino- y Kuaidi o la empresa de entrega de alimentos Meituan con la de crítica de restauración Dianping.
China Renaissance también ejerció el papel de colocador de deuda en la oferta pública inicial de 2.000 millones de dólares en los EE. UU. para el gigante chino del comercio electrónico JD.com en 2014 y en la operación de 5.400 millones de dólares para la plataforma de vídeos cortos en Hong Kong en 2021, según varios medios locales.
Bao, como director ejecutivo de la entidad, realizó los movimientos pertinentes para que la firma empezara a cotizar en el parqué hongkonés desde 2018.
La compañía, que anunció este jueves la desaparición de su fundador, no especificó el periodo de tiempo que lleva sin recibir noticias de Bao, pero el portal económico Caixin, citando fuentes propias, aseguró que el personal de China Renaissance no ha sido capaz de contactar con él desde hace dos días.
Esta desaparición recuerda a las ocurridas en 2015, cuando al menos cinco ejecutivos de diferentes compañías se volvieron ilocalizables sin previo aviso, entre los que destacó el presidente del Grupo Fosun, Guo Guangchang, que después se anunció estaba colaborando con las autoridades en unas investigaciones.