El condón o preservativo es una funda de hule delgada y elástica, de látex o poliuretano que se coloca sobre el pene para impedir el paso del semen, evitando embarazos no deseados. Su efectividad como método anticonceptivo es del 85 al 95%.
Para las mujeres también existe un preservativo, que funciona de manera similar y con niveles de eficacia muy parecidos.
Ayuda a evitar el contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) como sida, gonorrea, clamidia, tricomoniasis, sífilis, herpes genital o el virus del papiloma humano.
El Día Mundial del Condón fue establecido por la Fundación para el Cuidado del Sida (AIDS Healthcare Foundation, AHF,) con el propósito de informar a la población sobre la importancia del uso del condón como método anticonceptivo, prevenir las ETS e incrementar su acceso a nivel global.
Se estima que cada día, más de un millón de personas contraen una ETS, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de ahí la importancia de seguir impulsando su uso a nivel global.
Esta funda se ha usado durante desde tiempos antiguos. Existen registros que los egipcios confeccionaban condones con diferentes tipos de telas o tripas de animales. El condón más antiguo fue encontrado en la tumba de Tutankamon. Fue fabricado hace 3.500 años y está expuesto en el Museo del Cairo.
En México, con el fin de prevenir las ETS en las personas sexualmente activas, el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida (Censida), de la Secretaría de Salud, promueve el uso del condón, con el fin de que la población ejerza su vida sexual de manera plena.