La Policía Nacional de España ha detectado una carta con material explosivo enviada a la Embajada de EE.UU. en Madrid. Se trata del sexto paquete de estas características localizado en el país europeo en los últimos días.
La zona, entre la calle Serrano y el Paseo de la Castellana de la capital española, un área céntrica, ha sido acordonada por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y se ha activado el protocolo antiterrorista, impidiendo el tráfico rodado y la circulación peatonal. Además se han desalojado las instalaciones de la Embajada, así como algunos edificios aledaños.
Hasta ese entorno se han trasladado también coches de bomberos, así como un helicóptero para sobrevolar la zona. También hasta allí se han desplazado los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX). Se informa de que el artefacto ya habría sido detonado.
Con anterioridad se habían interceptado cinco paquetes con material explosivo o pirotécnico en su interior: uno dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 24 de noviembre; uno en la Embajada de Ucrania en Madrid; otro en una empresa armamentística de Zaragoza; y otros dos en la base aérea de Torrejón de Ardoz y en la sede del Ministerio de Defensa. Los últimos cuatro fueron localizados en las últimas 24 horas.
Según ha trascendido a los medios de comunicación, el sobre hallado en la representación diplomática de EE.UU. alrededor de las 12:30 de este jueves tendría características similares a los anteriores.
Previamente, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, compareció ante los medios para ofrecer información de los primeros sucesos. «Tanto las características de los sobres como su contenido son similares en los cinco casos», explicaba el secretario antes de detectarse el paquete en la embajada norteamericana. En ese momento, Pérez informó de que los primeros indicios apuntan a que su procedencia es «del propio territorio español».
Por su parte, desde la Embajada de Rusia en España se ha emitido un comunicado que afirma que «cualquier amenaza o acto terrorista, más aún dirigidos contra una misión diplomática, son totalmente condenables«.
La Audiencia Nacional, el tribunal que en España se encarga de los delitos relacionados con el terrorismo, ya se encuentra investigando estos hechos.