Ciudad del Vaticano, 20 nov (EFE).- El papa Francisco lamentó hoy que «nuestro tiempo está viviendo una carestía de paz con tantos lugares asolados por la guerra» como «la martirizada Ucrania», durante su mensaje tras la misa y el rezo del ángelus que hoy celebró en la localidad de Asti, en Piamonte (noroeste de Italia), tierra de su padre y sus abuelos.
«Pensemos en los muchos lugares del mundo asolados por la guerra, en particular en la martirizada Ucrania. Esforcémonos y sigamos rezando por la paz», dijo Francisco en un nuevo llamamiento para que cese la guerra.
En una entrevista publicada este viernes en el diario «La Stampa», el papa Francisco aseguró que tiene esperanzas de que se consiga acabar con la guerra en Ucrania y aseveró que el Vaticano está disponible para hacer todo lo posible para mediar porque «la paz es posible».
Durante la misa, en la catedral de Asti, el papa había recordado: «De estas tierras partió mi padre para emigrar a Argentina. Y en estas tierras, valiosas por sus buenos productos agrícolas y sobre todo por la auténtica laboriosidad de la gente, he venido a reencontrar el sabor de las raíces».
Francisco viajó este sábado al pequeño pueblo de Portacomaro para visitar a sus primos y almorzar en casa de su prima Carla Ravezana, que acaba de cumplir 90 años. Giorgio, como le llama ella, es hijo de Mario Bergoglio, primo hermano de su madre Inés.
Antes del almuerzo, el pontífice quiso hacer una parada en la iglesia de Portacomaro, donde acudía su familia y al final de la comida visitó la residencia de ancianos que se encuentra justo en frente de la casa de su prima y se entretuvo charlando con algunos de los residentes.
El papa también visitó por la tarde Tigliole, otro pequeño pueblo en la zona de Asti, donde vive otra familia de primos y otra de sus primas a las que está muy unido, Delia Gai. EFE
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