NUSA DUA, Indonesia — El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de China, Xi Jinping, comenzaron este lunes su primera reunión en persona desde que Biden asumió el cargo hace casi dos años, en medio de crecientes tensiones económicas y de seguridad entre las dos superpotencias, que compiten por la influencia global.
Xi y Biden se saludaron con un estrechón de manos en un lujoso hotel en Indonesia, donde asisten a la cumbre del Grupo de los 20 de grandes economías. Al inicio de su conversación, Biden dijo que los dos líderes tenían la “responsabilidad” de mostrar que pueden “gestionar nuestras diferencias” y encontrar áreas de cooperación. Xi añadió que estaba listo para un “intercambio de opiniones franco y en profundidad” con Biden.
Ambos llegaron a la esperada reunión tras verse reforzados en sus países. Los demócratas logran mantener el control del Senado de Estados Unidos en las elecciones de media legislatura y tienen la oportunidad de ampliar su margen en el Senado con una segunda vuelta en Georgia el mes que viene. Por su parte, Xi obtuvo un tercer mandato de cinco años en octubre en el congreso nacional de Partido Comunista, una ruptura con la tradición.
«Cuando hablemos, quiero establecer cuáles son las líneas rojas para cada uno. Quiero entender qué es lo que él (Xi) piensa que es parte de los intereses nacionales de China y determinar si esto está en conflicto o no con lo que yo sé que es parte de los intereses clave de Estados Unidos», indicó Biden.
Las tensiones entre Washington y Beijing se han incrementado en los últimos meses a raíz de un viaje que la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, hizo en agosto a Taiwán, a lo que el gobierno chino respondió con un aumento de ejercicios militares.
Biden adelantó también el miércoles que Taiwán, aliado de Washington al que China considera una provincia rebelde, seguramente formará parte de las conversaciones con el líder chino.
Al mismo tiempo, anticipó que hablarán de otros asuntos como el trato de Beijing a sus vecinos y el «comercio justo», ya que Biden ha mantenido algunos de los aranceles que su antecesor Donald Trump (2017-2021) impuso a China al inicio de la guerra comercial entre ambos países en 2018.
Los dos gobiernos llevan meses preparando el encuentro, que sería el primero en persona desde la llegada del estadounidense a la Casa Blanca en enero de 2021, aunque ambos han mantenido cinco llamadas telefónicas en los últimos 20 meses.
Una funcionaria de alto rango de la administración estadounidense precisó este jueves en una llamada con periodistas que no espera que de la reunión salga ningún acuerdo en concreto y aclaró que uno de los principales objetivos es «profundizar el entendimiento», y reducir los malentendidos y errores de percepción.
Destacó que Biden será «honesto» sobre las inquietudes de EEUU, como las actividades de Beijing «que amenazan la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán», las violaciones de derechos humanos y las prácticas económicas «nocivas» por parte de China.
Ambos líderes tocarán, además, otros asuntos regionales globales como la invasión rusa de Ucrania y las provocaciones de Corea del Norte.
La funcionaria recordó que, tras la visita de Pelosi a Taiwán, Beijing cortó las líneas de comunicación con Washington y la cooperación en algunas áreas.
En ese sentido, calificó la reacción de China de «inapropiada» y «excesiva»; y aseguró que EEUU cree que los canales de comunicación deben mantenerse y no interrumpirlos para luego reanudarlos, especialmente en momentos de tensión.
Biden y Xi comparten una larga relación personal: ambos se conocieron hace más de una década cuando eran vicepresidentes de sus países y compartieron múltiples viajes, reuniones y cenas.
El presidente estadounidense llegará a la cumbre del G20, que se desarrollará entre el 15 y el 16 de noviembre, después de acudir a la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP27) en Egipto y a la cumbre de los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) en Camboya.